El dinero está asegurado y se entrega cuando tu hijo lo necesite para su educación.
No dependerás de préstamos o créditos estudiantiles.
Si el titular fallece, la aseguradora sigue aportando al fondo hasta completar la meta.
Garantiza la educación de tu hijo sin importar lo que pase.
Los rendimientos se suman al capital y generan intereses sobre intereses, acelerando el crecimiento del fondo.
El Seguro Educativo protege a tu hijo, ya que incluye un seguro de vida. Si algo te pasa, tu hijo recibe la suma asegurada sin necesidad de seguir pagando.
Algunas pólizas incluso duplican el monto asegurado en caso de fallecimiento.
Depende de tres factores:
1️⃣ Edad de tu hijo (mientras más pequeño, menor será el aporte mensual).
2️⃣ Universidad o monto deseado (más costosa, mayor ahorro).
3️⃣ Plazo para ahorrar (a más años, menor cuota mensual).
La cantidad exacta depende de tus objetivos, pero lo importante es comenzar cuanto antes.
El dinero que aportas genera rendimientos con interés compuesto, lo que significa que tu ahorro crece más con el tiempo. Es recomendable empezar lo antes posible para aprovechar el crecimieto exponencial del ahorro.
Sí, puedes destinar el dinero para que tu hijo pueda estudiar en cualquier universidad o institución educativa, nacional o internacional. Además, muchos seguros permiten usar el dinero para:
*Universidad (Licenciatura o Ingeniería).
*Maestrías o especializaciones.
*Cursos especializados.